Hola, mi nombre es María del Carmen Álvarez Córdova, soy una mujer como cualquier otra, tengo 63 años de edad, 4 hijos, 10 nietos y ¡una bisnieta!
Comencé mi vida laboral a los 15 años. Mi último trabajo fue en un restaurante en el cual permanecí 35 años dando siempre lo mejor de mí, un día la empresa decidió terminar la relación laboral por mi edad, con la justificación de que “había que abrir paso a las nuevas generaciones que inician un nuevo ciclo”, haciendo concluir el mío…
Como pasa, cada momento de cambios y pérdidas en la vida, se convierte en una etapa difícil de recibir; resignarse a los cambios que conlleva el fin de la vida laboral, cuando estás acostumbrada a trabajar, ser proactiva, independiente económicamente y de la nada se te quita todo... crees que se te cierra el mundo.
Ésta situación causó en mí una fuerte depresión, después de ser el pilar más fuerte de mi hogar, me sentía como una carga, creí que no podía aportar nada más a la vida de mi familia.
Después de un corto tiempo tuve la dicha de conocer el proyecto Centro de Atención Social a la Salud de las y los Adultos Mayores (C.A.S.S.A.A.M.), ingresé aun con dudas, pero recibí un gran apoyo por parte de cada experto gerontológico, encontrando un gran ambiente de compañerismo y grandes personas.
Gracias a esta experiencia, logré salir adelante de mi depresión, emprendí una nueva y maravillosa etapa en mi vida, me percaté de que no estaba en la fase final y entendí que mi edad no es un impedimento o limitante para aprender, vivir y disfrutar.
CASSAAM me ha permitido prepararme como cuidadora de enfermos, acompañantes y promotora de la salud gerontológica, dándome la oportunidad de difundir esta forma de vida, sembrando en la comunidad que un adulto mayor tiene mucho que entregar a la juventud, que nunca es tarde para continuar y aprender.
El notar los alcances que uno puede tener al transmitir experiencias de vida a cada ser humano, me motiva a prepararme más y ser voluntaria, hasta lograr que el mensaje llegue a cada adulto mayor, a los jóvenes, y que todas las personas puedan apreciar el gran valor de una persona adulta mayor.
Observar los grandes logros que puedo obtener y lo que soy capaz de dejar en cada persona adulta mayor, me motiva en cada momento para seguir dando lo mejor de mí, ¡Gracias CASSAAM, vamos por más!
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